Generalmente, las empresas piensan que para conseguir estos equipos solo hay 2 opciones: invertir capital propio o solicitar un crédito. Sin embargo, existe una tercera opción mucho más flexible.
Una solución financiera que aumenta la eficacia de las empresas, facilitando sus resultados operativos con mayor rapidez. Reemplaza la inversión que se realiza al comprar activos con capital o deuda financiera, volviéndola un gasto operativo a través de una cuota de alquiler.
La vida útil de los equipos tecnológicos es corta, terminado este periodo es conveniente reemplazarlos. Con el arrendamiento nuestros clientes solo darán uso a los equipos por el periodo de tiempo que deseen, con opción a renovarlos por unos más modernos y útiles al finalizar el mismo.
En términos contables, esto además evitará incurrir en gastos por pérdidas y obsolescencia de equipos.
Comprar nuevos equipos cada tres o cuatro años no es rentable, la empresa se ve limitada a tener liquidez pues necesita desembolsar una suma alta de dinero. En cambio con el arrendamiento, nuestros clientes deciden qué equipos llevar (características técnicas), cuándo llevarlos y por cuánto tiempo; pagando cómodas cuotas mensuales.
Al adquirir equipos mediante compra, la empresa deberá destinar sus propios recursos en el mantenimiento para que estos nunca fallen. Con el arrendamiento, el mantenimiento preventivo y correctivo, equipos de recambio y mesa de ayuda están cubiertos por nosotros.
Con el arrendamiento, nuestros clientes no tienen la necesidad de recurrir a créditos, por lo tanto, siguen siendo atractivos para entidades financieras
*Información referencial